domingo, 31 de enero de 2016

Invasión de camalotes: un hombre fue mordido por una serpiente venenosa

Preocupación y temor
Sufrió el ataque en el Delta de Tigre, cuando estaba metido en el río. Estuvo dos días en terapia intensiva. Por la herida en un pie, estiman que lo mordió una víbora con una cabeza de 10 centímetros de ancho. Es el primer caso con una especie venenosa desde que aparecieron las plantas acuáticas.


Yarará grande, una especie que apareció en la costa del Area Metropolitana con la invasión de camalotes.




El ataque de la víbora se produjo en la Primera Sección de Islas, sobre el Río San Antonio, el domingo pasado. Jorge Núñez, la persona que sufrió la mordedura, recibió el alta el jueves a la noche y se encuentra en su casa tras pasar 48 horas en aislamiento de contacto en el Sanatorio San Lucas, de San Isidro.
El hombre había ingresado al río por la tarde, desde una playa de arena artificial ubicada al frente de su casa, en la isla Victoria. "Cuando el agua le llegó a la altura de las rodillas sintió que algo lo mordió y salió rápido por el dolor. En ese momento vimos que tenía dos cortes paralelos a los costados del pie", le explicó a Clarín su esposa, Marcela Manjon.



El lugar del ataque de la serpiente venenosa.

Núñez fue llevado de urgencia a la salita de salud del Río Capitán, en el Delta, la cual no contaba con los suministros necesarios para su tratamiento. Ante esta situación la Prefectura lo trasladó al Hospital de Pacheco, desde donde finalmente lo derivaron a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Sanatorio San Lucas.
Tras realizarle los chequeos de rigor, los médicos estimaron que había sido atacado por una serpiente venenosa con una cabeza de 10 centímetros de ancho, explicó su familia. Oficialmente no se informó de qué especie podría tratarse.


Otra foto del lugar del ataque de la serpiente venenosa.

El herido estuvo aislado durante dos días en terapia intensiva, ya quel veneno que ingresó por el pie se extendió por el torrente sanguíneo hasta el gemelo. Tras su mejoría fue llevado a un cuarto común y finalmente dado de alta, aunque deberá cumplir con cuidados estrictos en su domicilio para que la infección no prospere.
"Mi marido ya está en casa pero sigue con tratamientos, antibióticos y calmantes. Hace 40 años que vamos al río y nunca vimos algo semejante. Ninguno de los que estábamos presentes en ese momento le hicimos caso a lo que decían los medios y creíamos que era un mito que los animales llegaban en los camalotes, pero lo cierto es que la zona parece el Amazonas, hay animales que nunca antes se vieron y nos preocupa que la gente se siga metiendo como si nada", alertó su esposa.
Este caso se suma a otros ataques de víboras registrados en el Conurbano en los últimos días. En Quilmes, cinco personas sufrieron mordeduras el fin de semana pasado, pero de especies no venenosas. Y el viernes, una yarará de casi un metro de largo fue matada por policías en la ribera de San Isidro, luego de que intentara agredir a un empleado de limpieza. A la costa de Vicente López también llegaron los ofidios: las cuadrillas llevan capturados más de 200 ejemplares. En los tres distritos, las autoridades municipales mantienen restricciones para acceder a las áreas públicas cercanas al río, por los riesgos.

La invasión de camalotes afectó a todo el Delta. Desde la Comuna de Tigre alertaron que estas plantas acuáticas "pueden transportar fauna poco habitual en la zona como culebras, nutrias y pequeños yacarés, entre otros". Y sugieren "evitar el acercamiento o contacto" con estos animales. "La gran mayoría de ellos son inofensivos y ante la presencia de personas optan por huir, pero puestos en una situación de ataque pueden reaccionar instintivamente y ocasionar lesiones", marcaron.
El Municipio tiene preparado un protocolo sanitario para mordeduras de serpientes, que establece el traslado del afectado al Hospital de General Pacheco, "el único autorizado a suministrar y administrar el suero antiofídico, además de contar con las instalaciones necesarias en caso de que el paciente requiera internación".
La Segunda y Tercera Sección de Islas, pertenecientes a San Fernando, es el área donde más complicaciones generaron los camalotes, al punto que en algunos canales y arroyos se hizo imposible la navegación. Por eso las autoridades locales declararon la "emergencia hídrica", lo que significa que montaron un operativo para asistir con entregas de bidones de agua, alimentos no perecederos y pastillas potabilizadoras a las familias isleñas que tengan dificultad para salir de sus casas al no poder usar sus pequeñas embarcaciones.
Además, la Dirección de Medio Ambiente de San Fernando sugirió al turismo náutico evitar salir a navegar como recreación por estas áreas.Y como aparecieron yararás y yacarés que llegaron desde la zona de Entre Ríos y Corrientes, recomiendan no practicar deportes acuáticos.
Por precaución, en los tres hospitales del Delta de San Fernando tuvieron que reforzar la cantidad de dosis de suero antiofídico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario